La región amazónica es un bioma que expresa la complejidad ambiental del país, en tanto concentra una altísima riqueza natural generando servicios fundamentales para la regulación climática y la provisión de agua, entre muchos otros. A su vez, es un territorio habitado por comunidades humanas que han generado procesos de transformación que afectan su funcionalidad ecológica. En ese sentido, en la Amazonía colombiana co-existen usos tradicionales de pueblos indígenas, sistemas productivos de culturas campesinas, políticas de desarrollo regional, asociadas a actividades extractivas, y la dinámica del conflicto armado asociada a economías ilegales.

Esta situación ha desencadenado conflictos socio ambientales en torno al uso y formas de habitar el territorio, con consecuencias relacionadas con la pobreza, inequidad social, falta de alternativas productivas e incentivos de sus pobladores, que comprometen la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos y del territorio con importantes cambios en el balance de agua y energía, y en los regímenes micro-climáticos, cuya causa principal son la deforestación y la tala selectiva.

Sin embargo, en esta región también existe tradición de procesos organizativos comunitarios que dan manejo y orden al territorio con agendas ambientales. Concurren voluntades de la institucionalidad ambiental y territorial para fortalecer las acciones de prevención y desarrollo sostenible de la mano con las comunidades. En ese sentido, Amazonía Sostenible para la Paz ha dinamizado la gobernanza ambiental, fortaleciendo y articulando las acciones de conservación comunitaria con el respaldo de las políticas públicas formuladas y lideradas por la institucionalidad para la adaptación y mitigación al cambio climático. Es la ruta identificada, a partir del reconocimiento de las dinámicas complejas que se tejen con problemas estructurales y oportunidades territoriales, para afirmar la reconciliación y construcción de paz en torno a la conservación de la selva y la resiliencia del territorio amazónico.